Hoy Portugal y España juegan algo más que un amistoso. El partido de Lisboa busca llamar la atención de todo el mundo sobre las posibilidades de la candidatura del Mundial de 2018. A falta de 14 días para la elección, el informe de la FIFA nos sitúa como favoritos.
La pachanga de hoy en Da Luz es un acto más para promocionar la Cadidatura Ibérica. Sin embargo hemos perdido la opción de hacer algo diferente que realmente sorprendiera a la gente. Un partido entre las dos selecciones de la península es un gran reclamo, pero ¿y si se hubieran disputado dos a la vez?
Simultáneamente que el encuentro en Da Luz, se podría haber celebrado otro partido en Madrid. En lugar de internacionales, que están demasiado liados con lo suyo en Lisboa, el encuentro de la capital de España podría haber sido protagonizado por deportistas, futbolistas retirados, canteranos, niños (enternecen mucho a los comités de elección), famosos, políticos, etc. Un partido que simbolizase la unión histórico-cultural de los dos países. Hubiera sido un reflejo de la capacidad de organizar dos grandes actos a la vez. De las ganas de organizar un Mundial. Una oportunidad única de diferenciarse del resto de candidatos.
Dejando las fantasías a un lado. El Portugal-España debe de ser el empujón definitivo a nuestras opciones del Mundial. Aunque en las apuestas no somos favoritos, es Inglaterra, para los jefazos de la FIFA sí lo somos. No se nos puede escapar.
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