martes, 8 de octubre de 2019

Reseteo tras el Half de Madrid

Han pasado dos semanas desde que corrí el Challenge Half de Madrid. Un triatlón de media distancia (1,9 de natación, 92 kilómetros de bici y 21 corriendo) que me dejó destrozado física y mentalmente. Más allá de hablar de los posibles fallos de la organización y las 'cositas' que pueden mejorar (No es éste el lugar), me apetecía darle una vuelta a cómo acabé la carrera.

El resumen es muy sencillo: una natación espectacular gracias al apoyo de Samu y Sergio (entre otros compañeros del Triatlón Atlético) durante todo el año, una bici muy buena, y un petardazo en la carrera a pie que no me permitió disfrutar todo lo que hubiera querido. Bajé a correr con molestias y calambres y los 21 kilómetros de carrera por el centro de Madrid fueron un infierno pese a los ánimos de la gente.

 El circuito de la bici era mucho más duro de lo esperado y quizás lo pagué. Sabía que la preparación para la carrera iba justita, pero normalmente en el triatlón ese sector es el que mejor se me da históricamente...ERROR. Pese a terminar olvidándome por completo del reloj, las sensaciones fueron muy malas; no pude haberlo hecho mejor, pero me hubiera gustado haber terminado con 'chispita'. Un drama.

Tras ello, dos semanas sin hacer nada, por falta de tiempo, de físico, y de ganas. Tocaba descansar después de muchos meses preparando el Half y planificando muchas cosas, sacrificando otras... Cuando me inscribí tenía un trabajo, y al finalizarlo tengo otro tras haber pasado unos meses 'a mis labores'. Dos semanas para buscar algún reto divertido, ya pensando en 2020... porque tengo muy claro que cuando me aburra de hacer 'estas cosas', dejaré de hacerlas. Próxima parada Behobia (la carrera maldita).

Pd: Del Atlético también vino Javi XIV, pero no se hizo foto con nosotros porque estaba concentrándose antes de saltar al agua... (No sé dónde estaba).

PD2, de 'la pequeña Suiza' rescato una de sus canciones






martes, 16 de abril de 2019

El derecho a equivocarse



Llevo un par de semanas con la idea de que equivocarse es un derecho... o casi una obligación. No me parece correcto vincular los errores al éxito, aunque es cierto que una vez que tocas fondo y a peor no puedes ir... lo normal es mejorar. Pero tranquilo, siempre puedes hundirte un poco más. Tras un año muy bueno en Motorpress Hearst, comparar el siguiente paso con lo que tenía es algo de lo que no sacaré nada positivo en ningún aspecto, mejor no hacerlo.

En estos meses de búsqueda laboral en los que he actualizado el CV y el perfil en Linkedin, echado ofertas de todo tipo, tenido problemas con el INEM (que sigo teniendo), preparado entrevistas con mucha ilusión; con poca y con ninguna, he descubierto que el derecho a liarla debe de prevalecer por encima de todo.
Intentar analizar de manera racional el reto de encontrar un trabajo que 'te encaje' es un error. Porque los departamentos de Recursos Humanos hablan mucho de "Si tu perfil encaja"... pero ¿Y si es el trabajo el que no encaja en mi perfil? Es posible que en ese 'no encajar' se cometan errores por ambas partes, pero creo que esos errores (o no) sirven para algo.

En estos tres meses desde que 'todo saltó por los aires' en Men's Health "He visto cosas que vosotros no creeríais", como dice la mítica cita de la película. Pero también me consta que alguno de los entrevistadores por los que he pasado opina parecido de mí. Tras tantos errores cometidos en mi vida profesional, algo he aprendido; especialmente de mí y mis 'feelings'. Una cosa es tener derecho a equivocarse... y otra es actuar sin atender a lo que te pide el cuerpo, aunque pueda ser un error.

pd: la 'temporada' deportiva está siendo MUY RARA... con 'visita' al Campeonato de España de Duatlon de Soria incluida. Pero bueno, se veía venir. Que 2019 iba a ser jodido estaba claro.

pd2: la foto es totalmente RANDOM, pero es Castilla La Mancha, por si a alguno le genera inquietud.

lunes, 4 de febrero de 2019

TeneBici

A veces es necesario escaparse unos día de la rutina (No diré zona de confort) y pensar un poco, en general. Podríamos decir que ese era el objetivo principal de pasar cuatro días en Tenerife, pero sería mentira. La realidad es que debía una visita a mi colega Álvaro desde hace años (ahora es influencer)... y que nos apetecía montar en bici. Lo que sucedió después NO te sorprenderá.


La broma consistió en cuatro días de montar en bici, con algún intermedio para disfrutar de la gastronomía local, repletos de cuestas y sufrimiento. Porque Tenerife NO es llano. 250 kilómetros para mis piernas con más de 4700 metros de desnivel y poner a prueba la paciencia de Álvaro y Ortega rampa tras rampa. Son unos santos. 

Este viaje me ha ayudado a volver en el tiempo a mi adolescencia en Canarias y recordar la hospitalidad (noteña-austriaca), el tipo de vida, y un 'fleje' de cosas que tenía casi olvidadas quince años después de abandonar Las Palmas rumbo a Madrid. La clave: "Tranquilo por el coche que está a todo riesgo, mi niño".

En este momento en el que no sé el porcentaje de desnivel de la siguiente rampa; ni si será una rampa de sufrir y dar pedales o un descenso con asfaltado mojado, vivir con una hora menos, playa y disfrutando de TODO lo que tienen las islas para el deporte (Hay que explotarlo más) parece una opción maravillosa... lástima que cuando no son 'vacaciones' la vida es casi igual en todos lados. 

PD: Subir al Teide y que arriba sólo tengan Cruzcampo.... pues te deja un poco frío

PD2: La vida es como montar en bicicleta, para mantener el equilibro hay que seguir pedaleando. Albert Einstein




"Tengo un plan, salir corriendo hasta que todo se arregle"



sábado, 12 de enero de 2019

Mi año deportivo 2018... según Strava

La aplicación Strava se usa para 'controlar' los entrenamientos, aunque para muchos es una herramienta clave de postureo y de pique. En otros casos ha servido para salvar la vida de un ciclista que desaparecía mientras entrenaba.

Cada año hace un vídeo maravilloso de como ha sido ese 'curso' según tus datos recogidos... y aquí está mi 2018 deportivo; marcado principalmente por el Maratón de Berlín, el Media Distancia de La Rioja... y la Perico Delgado que 'apareció'.


 


Me quedo con que ha sido el año de 'los casis'

Casi bajar de 42 en 10 kms, Casi bajar de 3:30 en el maratón... pero pese a esos 'casis' los resultados han sido más que satisfactorios y divertidos. A ver qué tal se da 2019...

martes, 2 de enero de 2018

¿Hay mejor manera de acabar el año que en Vallecas?

Por quinto año consecutivo he cerrado el año corriendo por Madrid, corriendo por Vallecas. Como las otras veces, vuelvo a decir que será la última San Silvestre... en septiembre veremos. Pese a los 1001 tópicos negativos que existen sobre la carrera del 31 de diciembre, la realidad es que me lo paso siempre genial corriéndola.


Me gusta todo lo que rodea a la carrera; la hora, el recorrido, que es numerosa, el momento del año... Lo que para muchos son contras para mí son puntos a favor. Como todos los años, no iba con intención de hacer una buena marca... pero simplemente sucedió. "Firmo bajar de 50 minutos", tenía claro después de apenas haber corrido 5 o 6 veces desde el Maratón de Nueva York.

La San Silvestre de 2017 fue mi último 10.000 del año... y también el primero. En un calendario muy centrado en el Maratón, no veía hueco para apuntarme a carreras de 10 kilómetros. Quizás aproveché un poco de la 'supercompensación' tardía del Maratón, o lo mismo la liebre Ortega me lo puso a huevo. Nunca lo sabremos, jejeje.

Lo que más me gusta de la San Silvestre es el recorrido. Bajadita con algún tobogán hasta llegar a Vallecas, y ahí La Albufera te coloca en tu sitio. Simple. No hay más. Si las sensaciones bajando hasta Atocha son malas... sabes que sufrirás los últimos dos kilómetros. Si las sensaciones son buenas... sabes que sufrirás en los últimos dos kilómetros. Pero qué manera de sufrir.

Como si la organización hubiese tirado de efectos especiales la lluvia comenzó a caer sobre Madrid con la cuenta atrás de la salida. Carrera sobre mojado, me gusta. Sin mayor pretensión que ir rápido y divertirnos, salimos muy fuerte. Intentando controlar el pulsómetro y el ritmo, caen los kilómetros rozando los 4 minutos... quiero matar a Ortega pero las sensaciones son muy buenas, incluso vamos hablando en algunos tramos. 

Llegamos a Atocha tras haber hecho el mejor 5.000 de mi vida, La banda que estaba allí toca un temazo de Kings of Leons...



y en pleno subidón nos lanzamos por Ciudad de Barcelona como si no hubiera un mañana. El pobre Pablo pensó que en qué hora se animó a unirse a Alberto para ir 'rapidito' y mis piernas tienen claro que esto no va a acabar bien. En 2016 me descolgué en la cuesta de bajada... este año iba a ser subiendo. Corono la Albufera lo mejor posible, veo de rebote a Marta y a mis padres, y el último kilómetro dosifico la ventaja para lograr bajar de 45 minutos, sin dejarme ir demasiado pero tampoco apretando más de la cuenta. Al final mejor marca personal en un 10.000 de manera inesperada para cerrar un gran año. Y es que desde hace cinco, se me ocurren mejores formas de acabar el año que en Vallecas.




Pd: en 2018 también va a ser divertido.

jueves, 14 de diciembre de 2017

Leiva vuelve a 'The Cavern' Siroco

Sí, ayer tuve la suerte de ver a Leiva en Siroco en un concierto para 150 personas. A veces las cosas suceden porque tienen que ser así. Sin más. No suelo ir al centro de Madrid en estas fechas, en las que llena de gente con prisas por rematar sus compras de Navidad y todo el mundo está agobiado. Sin embargo, mi amigo Blay venía a la ciudad con el tiempo justo para tomar algo a media tarde. "A las 19 estaré con Rafa Gandía por Tribunal, algo rápido que luego tengo una cena". Me apetecía verlos a los dos y no lo dudé, moto y para allí. "Estoy a tres kilómetros", "Casi aparcando"... y a las siete y media ahí estaba yo esperando, cuando apareció el Tweet de Leiva.



No me lo pensé, estaba a dos minutos andando...y reconozco ser bastante 'grupie' de Leiva desde su época de Pereza... 2005 más o menos. "Blay, te pego un toque a ver dónde andas después de cenar", y me fui a hacer cola para Siroco. Marta acababa de llegar a casa de trabajar...y en otra demostración de paciencia infinita, se vestía y volaba para llegar al concierto conmigo. Fue pura suerte. Nunca una impuntualidad me importó menos.

En esta entrevista de Pancho Varona se ve lo 'importante' que fue la sala Siroco para Leiva en sus comienzos musicales, y se notó en el concierto sorpresa de anoche. Si Los Beatles tenían 'The Cavern' la sala Siroco es el sitio 'fetiche' de Leiva.



Dos horas y media de espectáculo con 25-26 canciones. Imposible aprovechar más una ocasión especial, para artistas y espectadores. Leiva se lo pasó en grande, hizo confesiones, improvisó, escuchó al público, disfrutó con versiones (Crímenes perfectos o Rubia Platino), dejó a su hermano Juancho ser protagonista con "Entre las cuerdas", se olvidó de letras, se inventó otras y recordó sus comienzos musicales y personales en la mítica sala madrileña. No pudo hacer más. Tampoco hizo falta. Lo dio todo, y el público también.



Y sí, uno de los momentos de la noche fue 'Por mi tripa'. Ver a un artista que llena estadios en una sala con menos de 200 personas es algo que sucede muy pocas veces en la vida... y sucedió, gracias a un retraso.


PD: Tranquilos, después del concierto pude tomarme una Mahou con Blay y Gandía ;P

PD2: No seáis ahora todos tan cabrones de llegar tarde cuando quedéis conmigo...

lunes, 6 de noviembre de 2017

Crónica de un sueño cumplido: New York Maraton

Ha sido una pasada correr el Maratón de Nueva York. La experiencia ha superado MUCHO cualquier cosa que me esperaba o que me hubieran contado.

Antes de nada, agradecer a mis familiares el apoyo estos meses, el económico, y el no económico. Sin ellos esta locura no habría sido realidad. A Marta su PACIENCIA, ánimo y cariño desde el primer día ("Me he apuntado al sorteo de los dorsales del maratón de Nueva York..") hasta el último metro del maratón #JuntosEsMejor. También a todos aquellos amigos que han gastado un segundo de su tiempo en interesarse por cómo iba, sensaciones e incluso seguir el tracking de la carrera como si se tratase casi de la final de la Champions. Y por supuesto a los 'patrocinadores' del regalo de cumpleaños en forma de zapatillas que me han ayudado a volar hoy por la Quinta Avenida.

Mención especial a Ortega, él sabe que sin su ayuda, y no sólo en momentos PUNTUALES, no hubiera sido posible y a María Díaz, "Me duele aquí, pero no puedes dejarme sin correr más de 2 días", frase repetida una y otra vez en su Centro de Fisioterapia y Osteopatía Ancares. Y también destacar la motivación que me ha dado ayudar a Unoentrecienmil con su dorsal solidario de http://www.objetivo52.com 

Es el evento 'deportivo' mejor organizado en el que estado. Me parece increíble cómo paran una ciudad entera para que 52.000 tarados corramos... pero lo hacen. El deportista popular pasa a ser una estrella (no paran de felicitarte al verte con la medalla) y se vuelcan durante la carrera. "Corre como si te persiguiera Donald Trump", espectacular cartel de animación... uno de muchos. Geniales.

Llegar a la salida y que nos juntásemos unos cuantos españoles, totalmente desconocidos, a hablar de lo mal que está el Atlético ha sido maravilloso para acabar con los nervios. Hacia un día perfecto para mi gusto, sin sol y 'fresquete' pero la lluvia no se lo ha querido perder... Tras salir del puente he visto que iba más rápido de lo que debía, pero me sentía cómodo y con buenas sensaciones (ERROR). Ver a Marta en el kilómetro 12 (no sabíamos si íbamos a ser capaces de encontrarnos entre tanta gente) me ha subido mucho el ánimo, unido al primer 'gelecito' de la mañana. Brooklyn es, para mí, el mejor momento del Maratón. Mucho ambiente en la calle, música, grandes avenidas y calles pequeñas... y vas volando. Puentecito pequeño, paso corto por Queens... y el Queensboro Bridge. PUTOS PUENTES. Justo al pasar la media maratón he comenzado sentir las piernas pesadas. NORMAL. He decido bajar un poco el ritmo.

Estaba avisado de que la Primera Avenida es ETERNA y muy dura... Justo he vuelto a ver a Marta al comienzo de ésta, pero se me ha hecho interminable. Tira parriba, tendida pero sin dar tregua durante casi 7 kilómetros. Mucha gente gritándome "Aúpa Atleti', algo es algo. Al llegar al Bronx (puente mediante) y cruzar a Harlem (Sí, amigos, otro puente que te parte las piernas subiendo y te las remata bajando), kilómetro 35 y los pinchazos en las piernas empiezan a avisar. Pese a haber bebido agua, Gatorade y geles (La tercera guerra Mundial empezará por un avituallamiento de un maratón, avisados estáis), la paliza que llevo es 'importante.

 Los toboganes de La Quinta no han colaborado NADA, e incluso he tenido que parar a estirar porque el tema se empezaba a complicar demasiado. Veo que voy 'en tiempo', aunque he perdido la ventaja que tenía al llegar al Bronx, me da lo mismo porque ya se ve Central Park al fondo. Decido dejar de mirar el reloj, ajustar un ritmo cómodo y constante donde no me dieran muchos calambres (He descubierto músculos que desconocía tener) y disfrutar. Seguir disfrutando. "¿Cuándo vas a estar tan cerca de acabar el Maratón de Nueva York?" No hay dolor. (Sí había, sí)
Sólo faltaban 5 kilómetros y el día anterior habíamos paseado por ahí mientras visitábamos el Metropolitan, conocía el terreno. Salimos de Central Park, última milla y veo a Marta rodeado de italianas, pero mi chica grita MUCHO MÁS que ellas... pelos de punta. Giro para volver a entrar al Parque, cartel de 800 metros... y el último ejercicio de nunca dejar de creer; aprieto con lo poco que me queda mientras veo que la mayoría andan, reptan o nadan entre la lluvia. Está hecho. Cruzo la meta, no sé cómo, paro el reloj y recojo la medalla. 3:44:29, objetivo cumplido, más allá del resultado. Después de 7 meses dedicados a esto, los esfuerzos, MUCHOS, han valido la pena.