miércoles, 12 de mayo de 2010

El Corazón tiene razones que la razón no entiende

En unas horas es uno de los días más grandes de la historia del Atlético de Madrid. Pocos pensaban que después del Infierno, de la intervención judicial, de una década de mediocridad, de tantas cosas, su equipo iba a aspirar a un doblete esta temporada. Miles de corazones pasarán uno de los peores (y mejores) días de su vida.
Es real, no es un sueño fuerte, como el del anuncio el Atlético mañana jugará para conseguir ser campeón de la Europa League, el primero.



Para muchos como yo la de mañana es la primera final europea de su vida, y casi si me apuras la primera final a secas que recuerdan. Lejos y borrosos quedan los recuerdos del doblete, de la 'paliza' del Valencia, o del 'Tamudazo' a Toni. Desde 1986 el Atlético no paseaba su nombre por el continente al más alto nivel, y no hay mejor día que hoy para pasar a la historia.

Las finales no se juegan se ganan. Para los jugadores, para Quique y para la afición, es una ocasión única de ganar un título. Antonio López, un excelente capitán, canterano, atlético, se merece levantar el segundo título continental de su equipo.
Quique, o el entrenador milagro. Llegó a un vestuario revuelto, hundido anímicamente y lo ha convertido en doble finalista.

Una afición que ha sufrido muchísimo, que ha visto amenazado su viaje por el famoso volcán, que se desplazará en masa a dos finales en una semana, y que muy pocas veces ha fallado a su equipo.


Hay muchos motivos, por los que en unas horas Europa se tiene que teñir de rojiblanco. El principal es por todos nosotros. Por quitarnos el falso mito del pupas. Por volver a ser grandes, porque lo somos. Por 'la generación perdida'. Por una década de sequía. Por los muchos que han defendido (y sentido) estos colores y no han podido disfrutar de una ocasión como ésta. Por Reina. Por Aragonés. Por los 84 aviones que salen mañana de Madrid rumbo a Hamburgo. Por los que salen de Santander, Palma, Ciudad Real... Por cojones.

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